Mi nombre es Alberto Benedicto, donostiarra y coctelero. Hace poco más de año y medio decidí comenzar a dedicarme profesionalmente al mundo de la coctelería, y para ello creamos una empresa dedicada a eventos de coctelería, donde realizamos eventos para diferentes marcas de refrescos y destilados, formaciones para particulares y profesionales, fiestas privadas, inauguraciones, aniversarios… y cualquier tipo de fiesta en la cual quieras sorprender a tus invitados con un cóctel, ya sea con o sin alcohol.

Para poder llevar a cabo esto, es muy importante formarse, y yo lo he hecho, tanto aquí como en el extranjero, realizando diferentes masters de coctelería y mixología.

Estamos en la ciudad mundial de la gastronomía. Habitualmente, cuando nos referimos a gastronomía, nos referimos al arte de realizar una buena comida, o bien la afición de comer bien. En mi opinión, la gastronomía no solo debería ser la afición a comer bien o a elaborar un buen plato sino también a la afición de beber bien y preparar una buena copa o cóctel.

La realización de un cóctel, es como la realización de un plato, lleva diferentes fases y procesos, y a menudo intentamos convertir en líquido una receta de un plato, o viceversa, intentamos convertir un cóctel en un plato.

En este espacio que me han cedido (Josema y Ritxar), y del cual estoy enormemente agradecido, y más en este número, el 150, he querido dejaros una receta muy especial para mí, que es el coctel con el que empezó todo allá por mayo de 2014, y fue el coctel con el que gané el Campeonato de coctelería de Gipuzkoa, y lo que me abrió los ojos, para ver que lo que realmente me motivaba dentro de este fabuloso mundo de la hostelería, del cual estoy enamorado, era la coctelería.

Al ser mi primera actuación en público y mi primer campeonato, el cual no esperaba ganar, al hacerlo me preguntaron por el nombre de mi cóctel, y de repente lo único que se me venia a la mente era el nombre del restaurante donde trabajo: Ametzagaña y de ahí el nombre de mi cóctel.

CÓCTEL AMETZAGAÑA

Ingredientes:    

• 5 cl.  Vodka Citadelle 6C
• 2 cl.  Triple Seco (Cointreau)
• 10 cl.  Helado de mandarina Nestle
• 5 cl.  Schweppes Premium Naranja
• 6 cl.  Espuma de manzana Verde

Elaboración:

Por una parte debemos hacer la espuma de manzana verde, para ello usaremos 2cl de nata para montar, 1cl licor de manzana Blanca de Navarra y 4 cl de helado de manzana Nestle. Lo introducimos todo en una jarra y lo batimos levemente solo para mezclar los ingredientes. Posteriormente introducimos la mezcla en un sifón. Por otro lado, introducimos el resto de ingredientes en otra jarra, lo batimos bien y lo servimos en una copa alta. Para finalizar, pondremos en la parte superior la espuma de manzana, y para rematar haremos una brocheta de frutas para decorar.

Como os decía, para mi la coctelería es una parte de la gastronomía, pero no una parte cualquiera, sino una parte que espero que con el tiempo sea muy importante, ya que siempre ha ido de la mano el buen comer con el buen beber.

Algo debemos dejar muy claro, para que luego no haya confusiones o malos entendidos, la coctelería promueve un consumo responsable, donde los cocteleros deben “educar” a sus clientes a beber, a saborear un cóctel, pero no a embriagarse con él. 

Cuando elaboramos un cóctel, no sólo buscamos que guste, que por supuesto es la primera premisa, sino que también buscamos que quien toma nuestro coctel viva una experiencia, y esta experiencia, será mas autentica si la podemos percibir por todos los sentidos, y no solo por el gusto y/o por el aroma, ya que la vista, el tacto, el ambiente… todo influye a la hora de tomar nuestro cóctel y de ahí que cada vez busquemos formas diferentes de sorprender a nuestro “cliente o amigo” y que viva una experiencia única. De ahí que la coctelería sea “el arte liquido de la gastronomía”. 

ARTE LÍQUIDO! 

ALBERTO BENEDICTO
Especialista en coctelería
Complejo Ametzagaña - DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN
www.albertobenedicto.com