Domingo, 24 Noviembre 2024

SLOW FOOD MIRA A GIPUZKOA

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Me decía recientemente Josema Azpeitia, que “en Gipuzkoa no hay a día de hoy movimientos de Slow Food ya que entre otras cosas la gastronomía que tenemos en este territorio abandera en sí mismo dicha filosofía”. Puede que no le falte razón a mi buen amigo “Txema”. No importa la marca de organización alguna sino el cómo hacemos las cosas. Ahora bien; no viene mal estar ojo avizor. Y valga como buen ejemplo el paso que se ha dado en Eibar hacia una Comunidad del Alimento “Slow Food”.

Recuerdo cómo de niño íbamos con el aita, Antonio Buendía, a la Plaza del Mercado de Eibar a comprar pescado. Hoy en día tenemos un antiguo Cine Rialto reconvertido transitoriamente en pequeño espacio de productores. Lo de transitorio empieza a ser algo contínuo. Y respecto de la futura plaza… tenemos un bochornoso “agujero” esperando a ser ocupado por un equipamiento polivalente. O eso parece. 

Mientras tanto van llegando nuevos centros comerciales. No voy a citar aquí su nombre. Ya se les da bastante publicidad pero, lo cierto es que en poco menos de diez años, Eibar y otros municipios han visto proliferar supermercados de la industria de la alimentación. Y la población ha empezado a girar su mirada y acudir a estos centros de compra masiva en detrimento de los pequeños productores, del producto de cercanía, de temporada. Totalmente lícito, pero llama a una reflexión.

Por ello mismo, el acto que se organizó el pasado 28 de noviembre en el Ayuntamiento de Eibar, y que tan brillantemente inauguró el chef Andoni Luis Aduriz, tiene vital importancia. Slow Food está para esto, para despertar conciencias, abrir los ojos, dar un toque de atención... El camino está iniciado para constituir una Comunidad del Alimento “Slow Food en Eibar”, abierta a toda aquella persona que tenga una sensibilidad por nuestros baserritarras, por nuestra materia prima, por una alimentación, buena, limpia y justa. Y me consta que ya se están dando los pasos. Una vez más Eibar no se duerme en los laureles y puede ser avanzadilla de un movimiento más que necesario en un territorio como el guipuzcoano. Oso ondo!