LLAMEN A LA POLICÍA (A LA GASTRONÓMICA)
¿Recuerdan esa escena de la película ‘Airbag’ en la que el inefable Karlos Arguiñano se juega una millonada a la ‘tortilla rusa’? Se sirven cinco y cuatro de ellas contienen cicuta verde (amanita phalloides) suficiente para mandar al cementerio a cuantos se alojarán este fin de semana en su hotel. Recientemente la repasaba con un amigo y éste me dijo, enrareciendo el encantador perfume del séptimo arte con la hediondez de la cruda realidad: “Cuchillo, la tortilla rusa es ésa que te regalan en los bares a las once de la noche, jugosita como a ti te gusta, después de un día entero haciendo amigos en la barra, sin ninguna protección ni medida de conservación”. Sglubs. A botepronto alabé la rima y no contuve la carcajada, pero pronto me asusté (“pues va a tener razón el aguafiestas”) y contemplé la descrita como situación idónea para llamar a la Policía Gastronómica que más de una vez he invocado con colegas del ramo.
Y es que, ¿quién nos protege de los desmanes de la hostelería, salvo que medie salmonela? Para empezar con buen pie la Legislatura, el nuevo Ejecutivo hará bien al poner en valor la salud de votantes, contribuyentes y allegados, y plantearse la creación de una Sukaltzaintza en condiciones, un cuerpo de élite culinaria al que recurrir si nos arriman unos calamares “recién pescados” con olor a amoniaco. O unos precios sin el IVA incluido. O cuando llaman buey a la sabrosa vaca, en extraño ejercicio de travestismo. O nos cobran cuatro o cinco euros por una caña de cerveza industrial mal tirada. O en cocina sufren un delirio de abstracción armados con el biberón de reducción de Módena. O anuncian “de almadraba” el atún pescado con distinta arte, “de Navarra” ese espárrago viajero, y “de Gernika” el pimiento plantado en otra parte. O nos ofrecen un plato para llenarlo de banderillas sin fundamento alguno. O, lo dicho, se dejan languidecer, resecar y fermentar durante horas pintxos sin rotación.
¿Y qué me dicen de esas sidrerías vascas que sirven queso de vete a saber dónde, por ahorrar unos céntimos? ¡A mí la Policía Gastronómica!
EL NUEVO ROCANROL
IGOR CUBILLO
Periodista, economista, equilibrista
Director de la web gastronómica
http://loquecomadonmanuel.com