ZEZILIONEA: El valor de la sencillez
- Texto: JOSEMA AZPEITIA. Fotografía: RITXAR TOLOSA
"Aquí todo es sencillo" nos subrayó Ugutz Rubio del Zezilionea de Olaberria mientras nos servía unas kokotxas con piquillo insuperables y el enésimo vino a lo largo de la comida que acompañó a la realización de este reportaje. Y razón no le falta al hijo de Juanito Rubio, cocinero y alma mater de la casa, ausente por motivos vacacionales el día de nuestra visita. En Zezilionea la comida se ve en el plato. No hay juegos malabares, ni trampantojos, ni combinaciones contranatura. Básicamente se trata de buenos productos de temporada cocinados de la manera más sencilla posible, cuidando al máximo las texturas, cocciones y, sobre todo, la calidad de los mismos.
No faltaron, por supuesto, los hongos al horno, los mejores de los contornos, disponibles todo el año pero nunca en conserva o de bote, ni las verduritas de temporada salteadas, ni una extraordinaria ensalada de bacalao con vinagreta de langostino y tomate... y por supuesto, estando presente Ugutz, no faltó un desfile de excelentes vinos, mayoritariamente blancos, que acompañaron y maridaron (al parecer, hoy en día hay que decir que “armonizaron”) el conjunto de las viandas servidas: blancos alemanes y franceses, txakoli Bengoetxe cultivado y elaborado a menos de un kilómetro del restaurante, un tokaji de 5 putonyos... y un Tricó Rias Baixas 2008 que nos dejó, literalmente, sin palabras.
Además, tuvimos ocasión de visitar el comedor-bodega que Ugutz, su hermana Izaro y Juanito están preparando en el sótano del restaurante, un espacio que verá la luz en breve y que encantará especialmente a los amantes del vino.
Tras unas breves vacaciones de verano, Zezilionea está de nuevo en marcha con fuerzas renovadas, por lo que podemos aprovechar los últimos coletazos del buen tiempo tan ausente este verano y acercarnos a este precioso enclave en el corazón del Goierri. Comer en su terraza es una maravilla, y el amplio parking adyacente al restaurante y los columpios situados al borde del mismo lo convierten en un destino ideal para acudir con los pequeños de la casa. Y si lo nuestro es un paseíto después de comer, ya sea subiendo al mirador de su iglesia, ya sea perdiéndonos por los caminos que rodean el núcleo urbano de Olaberria, las vistas sobre Aralar, Txindoki y el valle del Goierri que se nos ofrecen a tiro de piedra de Zezilionea, son impagables. Un restaurante imprescindible.
ZEZILIONEA
Herriko plaza, z/g. OLABERRIA.
Tf: 943 88 58 29.
www.zezilionea.com
NUESTRA DEGUSTACIÓN:
Producto de calidad trabajado de manera impecable
Sentarse en Zezilionea es sinónimo de disfrutar del mejor producto, ya sea éste de la huerta, del mar o de la monaña.
0.- GUINDILLAS DE IBARRA Y PIMIENTOS DE GERNIKA:
“Para nosotros, estos productos son una solución”, admite Ugutz Rubio, “La gente se entretiene y pica algo mientras vamos preparando los primeros platos”. El resultado son unos pimientos y piparras tiernos y que no pican en ninguno de los casos. Aunque no publiquemos la fotografía de los mismos, pensamos que nuestros lectores imaginarán sin problemas la buena apariencia de los mismos.