Rodeada de montañas, en un ambiente relajado y tranquilo, La Infinita es un lugar ideal para conectar con uno mismo y disfrutar de la naturaleza y del entorno rural.

Ya está aquí el mes de septiembre, tan deseado para aquellos que paran (paramos) después de un largo e intenso verano, y no tan querido para los que regresan a la rutina después de disfrutar de terrazas, chiringuitos, tardes de sol y playa o recorridos por la montaña, acompañados de atardeceres idílicos. 

Es tiempo de volver a la rutina, también de la vuelta al cole, del reencuentro con los de siempre a la hora del café de la mañana. Ahora nos sienta mucho mejor, porque lo tomamos con una sonrisa de oreja a oreja, mientras compartimos las anécdotas del reciente verano.

Pero nada de lamentos ni de melancolías. Septiembre es el mes ideal para una escapada. Y si es gastronómica, mucho mejor. Por varios motivos. Porque todavía estamos en verano (hasta bien entrado el mes), porque los días aún son largos y porque, como dicen los expertos en la materia, las escapadas de fin de semana son unas mini vacaciones y pueden ser de gran ayuda para hacer más llevadera la vuelta a nuestro día a día.

Rodeada de montañas, en un ambiente relajado y tranquilo, La Infinita es un lugar ideal para conectar con uno mismo y disfrutar de la naturaleza y del entorno rural. Una experiencia que han creado Lucía y Fer, dos amantes de “la buena vida sencilla”. 

Ofrecen dos tipos diferentes de alojamiento, 4 habitaciones en una preciosa casona típica de la arquitectura montañesa y un antiguo molino con río propio, como casa de alquiler completo. La parte gastronómica es una pequeña joya, con desayunos inolvidables (se pueden pedir a la hora que uno desee), hechos con mucho mimo utilizando productos locales, un picnic para llevar de productos 100% naturales en una bolsita de algodón orgánico y cenas en la posada, para evitar coger el coche después de un día de excursión por la zona.

En las noches despejadas, en La Infinita se puede admirar el cielo a través del telescopio preparado para ello. 

“Es posible vivir con menos, es mejor, es vivir más. Aprender de nuevo y pensar, sentir. Hemos cambiado las luces de los semáforos y los edificios por el brillo de las estrellas y la luna. Y somos más felices. ¿Te apuntas?”

LA INFINITA RURAL BOUTIQUE

Lucia y Fer
IG @lainfinitaruralboutique 
www.lainfinita.com

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NERE ARIZTOY 
Consultora de turismo gastronómico especializada
en sistema alimentarios