ZALDUNDEGI JATETXEA: DE TODA, TODA LA VIDA

| nº 140 | mayo 2016
JAKITEA Gure Betiko Sukaldaritza

 

ZALDUNDEGI JATETXEA: DE TODA, TODA LA VIDA Imagen 1

Cuando hablamos de locales "de toda la vida", a veces abusamos de la expresión y se la endosamos a establecimientos que tienen 30, 40 ó 50 años y, lógicamente, en función de la edad de quien lo comenta, pueden parecer merecedores de dicho calificativo.

Pero el restaurante en el que comimos recientemente, el Zaldundegi de Urnieta, se merece, sin duda, ser definido con la frase en cuestión, ya que cuando Joxe Manuel Garagorri acudió a vivir y a trabajar de "morroi" a esta casa en 1907, Zaldundegi ya era un veterano restaurante y posada. De hecho, se considera que Zaldundegi es una de las casas más antiguas de Urnieta, que debe su nombre a los caballeros (zaldunak) que se alojaban en la misma en tiempos antiguos.

Además de posada y restaurante, Zaldundegi, estratégicamente situado al borde de la carretera que atraviesa el municipio, también ejerció las funciones de estanco y tienda hasta que en 1947 Joxe Manuel tomó sus riendas y con el tiempo hizo una reforma y le añadió el servicio de bar. Y aunque la entrada y el comedor han cambiado y han sufrido diferentes modificaciones a lo largo de los años, la barra y la zona de bar se encuentran a día de hoy igual que entonces.

Por lo tanto, entrar en Zaldundegi es entrar en un bar en el que pareciera que el tiempo se ha detenido. Además, en todos los sentidos, ya que a lo largo de las últimas décadas son, invariablemente, las hijas de Joxe Manuel, Mª Karmen y Axun, las que atienden a la clientela en la barra, mientras que la tercera hija, Pepi, hace las labores de cocinera siguiendo la estela marcada por su madre, Inaxi Aranburu, que trabajó durante 60 años sin descanso en la cocina del local hasta su fallecimiento en 2007, a la edad de 84 años. Inaxi nació en Ezkio, aunque vivió en Antzuola y no contaba 20 años cuando se trasladó a Donostia a trabajar de neskame y posteriormente de camarera en el bar Intza. Allí conoció a Joxe Manuel y pasó a ocuparse de la cocina del Zaldundegi.

Tradición culinaria, oreja, merluza y flan.

ZALDUNDEGI 0014 OJ140Inaxi marcó durante toda su vida las pautas gastronómicas de este restaurante, que siguen a pies juntitas Pepi, Mª Karmen y Axun, manteniendo las especialidades de la casa tal y como las cocinaba su madre.

Primeramente, hay que mencionar los pintxos de barra, entre los que sobresale el de oreja, que se sirve sencillamente cocida y rebozada con huevo. A pesar de parecer a simple vista un producto sin complicaciones, podemos afirmar que en muy pocos sitios se sirve una oreja tan tierna y bien desalada. La textura es perfecta y el sabor espectacular. Buena prueba de ello es que la mayoría de la gente que acude al bar se decanta por este pintxo, que gusta a gentes de todas las edades. También tienen merecida fama el pintxo de bacalao y el de champiñones, aunque estos sólo se sirven el fin de semana.

Pasando al comedor, no pueden dejar de probarse los fritos. Una ración descomunal que incluye croquetas de jamón, calamares, tigres, chuletilla de cordero y unos pequeños San Jacobos. Un auténtico festín que nos lleva de la untuosidad de la costilla a la consistencia de las croquetas, pasando por el crujiente y el gran sabor de los calamares... un plato imprescindible pero, eso sí, para compartir, a no ser que queramos dejarlo a medias debido al espectacular tamaño de la ración.

Siguiendo con la degustación, en nuestro caso, nos decantamos por las alcachofas naturales salteadas con jamón, un plato de temporada que se borda en Zaldundegi y se sirve con una salsita irresistible.

Continuamos con otro de los platos imprescindibles de la casa: la merluza rebozada. Mucha gente lo considera el mejor plato de la carta, y la verdad, razón no les falta. Se sirve con un fino rebozado con uno de los colores dorados más atractivos que hemos visto, que cubre con perfecta regularidad el pescado, que adquiere una textura cercana al mejor marisco. "El único secreto es usar buen género y freír la merluza en sartén, suave suave y dándole en un momento dado un golpe fuerte de calor para que coja el color" nos comenta Mª Karmen, quitando importancia a la delicia que estamos degustando.

Antes de pasar al postre, seguimos la tendencia de la clientela del Zaldundegi que mayoritariamente se decanta por el pescado y elegimos una kokotxas en salsa verde que nos son servidas en cazuela de barro con su salsa todavía hirviendo, vivas. Jugosas y suculentas, nos dejan más que saciados, aunque la próxima vez que volvamos no dejaremos sin probar la lengua en salsa, que según nos comenta Mª Karmen, es otro de los platos más demandados y más apreciados por los que acuden al restaurante.

Como postre, no podíamos dejar sin probar el flan casero, cuya fama trasciende las fronteras de Urnieta. Gran elección. Pocas veces hemos degustado un flan tan suave y cremoso. De hecho, el flan es lo mejor del segundo postre que pedimos, la copa de la casa, de espectacular presentación. En este apartado, también nos quedamos con las ganas de probar otra de las especialidades de la casa, las torrijas que, nos comentan, también tienen gran éxito y se elaboran con pan normal, a la manera de antaño.

En Zaldundegi puede disfrutarse de un menú del día casero y tradicional por 11 euros. También cuentan con varios menús concertados que se sirven tanto en el comedor a pie de calle como en el bonito comedor de clásica y elegante factura con el que cuentan en la plaza superior y que cuenta, además, con acceso directo a una bonita terraza con jardín. Aparte de los menús, en Zaldundegi se puede comer estupendamente a la carta a partir de 30 euros y también puede comerse en las mesas del bar donde se sirven raciones como lengua en salsa, la comentada merluza rebozada, ajoarriero, huevos...

Sin duda volveremos a Zaldundegi, ya que se nos han quedado muchas especialidades sin probar. Goza de gran fama el cogote de merluza al horno, el rape con salsa americana, la merluza en salsa verde, la chuleta de ternera a la plancha... En la carta encontramos, además, otras tentaciones como las almejas a la marinera, el txangurro al horno, los txipirones troceados en su tinta o la perdiz en salsa, que se sirve sólo en temporada.

Mª Karmen, Pepi y Axun ya miran de reojo al momento de la jubilación, aunque parece que la hija de la primera, Eneka Iribar, podría animarse y tomar el relevo familiar de la centenaria casa. Ojalá lo haga y dentro de unas décadas podamos seguir hablando del Zaldundegi, todavía con más razón, como de un local "de toda la vida"...

 

ZALDUNDEGI JATETXEA

Idiazabal kalea, 34 - URNIETA
Tf: 943 55 10 08
www.zaldundegi.com