Aunque el verano ha caído ya en el olvido, no podemos dejar de reseñar la visita realizada a Bilbao, Donostia y Araba que realizó el pasado mes de agosto una curiosa asociación de amantes de la cocina vasca de la mano de nuestro coordinador Josema Azpeitia, que había tenido la ocasión de conocerles el año pasado, cuando fue invitado por el Gobierno de Japón a conocer la gastronomía del país del Sol Naciente.

El gasteiztarra Fernando Alonso, por aquel entonces, destinado en la embajada española de Tokio, invitó al legazpiarra a una de las reuniones de dicha asociación, que se reúne regularmente en casa del prestigioso doctor Masahiko Shirota, para degustar diferentes productos de nuestra tierra. El grupo se animó a conocer el País Vasco, y acompañados de Fernando Alonso e Itziar Aloria, colaboradora de Basquetour, desembarcó el 12 de agosto en Bilbao, ciudad en la que les esperaba Azpeitia, que les había preparado un recorrido a medida por la ciudad y sus bares, incluyendo visita al Guggenheim y el Puente Colgante y paseo por el Puerto Viejo de Getxo.

Pero la jornada más intensa fue, sin duda, la del jueves 13. A las 9.30, el grupo ya se encontraba en el restaurante Arzak, donde Xabier Gutiérrez les mostró la bodega y el laboratorio del establecimiento. Del Arzak, el grupo se desplazó al bar Bergara de Gros, donde Monty Puig-Pei les dio a probar los emblemáticos pintxos del mismo. De Gros, los japoneses acudieron al mercado de la Bretxa, donde pudieron degustar la cocina de Mertxe Bengoetxea además de unos txakolís bien servidos de la mano de Iñigo Mas Lago, del siempre cautivador bar Azkena. De ahí, nuevo salto y visita a la monumental bodega del Rekondo del Antiguo, donde el sumiller Martín Flea les transmitió su pasión por el lugar y por los vinos en general y nueva parada en el restaurante Aratz, donde pudieron probar tres de las grandes especialidades tradicionales de nuestra tierra: las guindillas fritas de Ibarra, la chuleta de viejo a la parrilla y el queso Idiazabal de la mano de Xabier Zabaleta. Se imponía parar temporalmente la copiosa ingesta, por lo que la visita continuó con la típica e inevitable subida en funicular al Monte Igeldo, y un paseo en microbús por la sinuosa carretera que une este monte con la vecina localidad de Orio.

El día daba a su fin, aunque los japoneses tuvieron tiempo de pasar por el Borda Berri de la Parte Vieja para degustar sus sabrosos callos de Bacalao al pil pil, así como por Casa Tiburcio donde Tibur Eskisabel les dió a probar el begihaundi en su tinta, y el pin­txo de bonito encebollado, que ha ganado este año el Campeonato de Pintxos de Gipuzkoa. La jornada concluyó con la visión de los fuegos artificiales de la pirotecnia Brezac Artifices de Francia. Al día siguiente, los japoneses acudieron a la Rioja Alavesa y a Gasteiz y el sábado emprendieron el camino de vuelta a su país. 

Entre los visitantes, además del cirujano Masahiko Shirota, se encontraban personas como Chiaki Horikoshi, pintor de gran prestigio, Kiyoshi Takeyama, arquitecto y profesor de la Universidad de Kyoto, Yasuhiro Kondo, de la productora de televisión NHK y otras personalidades relacionadas con el mundo de la TV y los medios de comunicación. Sin duda, una interesante visita para Donostia, ya que nuestra gastronomía y nuestro país están ahora muy de moda en Japón.